Estrenada en 2019, se trata de una película muy singular que merece todo el crédito que se le dio y se le sigue dando. Nadie podía esperar un Joker a la altura del que había interpretado Heath Ledger ni una historia basada en un comic de superhéroes que fuera diferente. Esta película vino a romper ambos prejuicios de de forma aplastante.

La historia, centrada exclusivamente en los orígenes del Joker, nos traslada al mundo de Arthur Fleck, un paria con problemas psiquiátricos que vive desamparado con su madre en una vida de elevada toxicidad. Arthur malvive trabajando de payaso con aspiraciones de ser un comediante famoso a la vez que trata de contener su trastorno, cuyos efectos es hacerle reír incluso en los momentos más inapropiados (y hablaremos de Joaquin Phoenix, porque su interpretación de un hombre que ríe y sufre a la vez es bestial). El trasfondo de pobreza en el que vive y el flirteo con el hecho de ser el hijo de Thomas Wayne se cruzarán demasiado en su camino y una serie de circunstancias desgraciadas harán que Arthur traspase su límite, escalando en una espiral criminal que se sintoniza con el disgusto de las clases sociales más pobres en la ciudad de Gotham. El futuro Joker terminará convertido en el símbolo de una revuelta y del odio por las clases ricas que han dado la espalda a la ciudad y a sus habitantes más desfavorecidos.

El papel de Joaquin Phoenix en esta película le mereció un Oscar, y no es para menos. Si la historia se sale del molde bajando a los héroes y villanos del pedestal y convirtiéndolos en víctimas de las circunstancias, este actor le da un toque exquisito en su interpretación. Solo por el control de los músculos faciales que tuvo que desarrollar ya merecía todo el reconocimiento: en toda la película es capaz de demostrar dos o más sentimientos con su cara. Una salvajada. Puedes ver en una sola expresión una sonrisa, tristeza, angustia y locura. Y al final odio y liberación a la vez. Él solo hubiera dejado la película en un gran lugar si la historia hubiera cojeado. Para que os imaginéis, en la película sale Robert de Niro pero de él ni hablamos (y mira que ha tenido su gloria).

En definitiva, es otra película para tener en la colección cinéfila y para repasar de vez en cuando. Es al mundo del cine de superhéroes lo que Garth Ennis o Alan Moore a los comics, algo distinto y mucho más oscuro de lo que aparenta.

Muy Recomendable.