Barfly

Quizás no es la película que esperáis ver en esta categoría, pero ni es buena ni puede estar catalogada como una película mala que hay que ver. Es una excentricidad que pretende darnos una pincelada en la vida del personaje de Hank Chinaski, alter ego de Charles Buckowski, que escribió una saga de novelas sobre él y que, además, es el mismo que escribió el guión de esta película. Así que, si os leéis el libro, sabréis de primera mano toda la odisea y el carácter real de los personajes y los actores que en ella aparecen. El mismo Buckowski hace un cameo y sale unas décimas de segundo en uno de los bares, y hay una anécdota sobre el rodaje de esa escena muy interesante en el libro (enlace)

Dicho esto, ahí va un poco de historia. La película la dirigió Barbet Schroeder y se estrenó en 1987. Contó con un joven Mickey Rourke y una Faye Dunaway como protagonistas y muchos, muchos borrachos profesionales de verdad. Para los que están familiarizados en el personaje, pues os lo podéis imaginar, una película de beber y pelear, pero sin ninguna gloria. Esa es la gracia, Chinaski no es ni siquiera un anti-héroe, es un perdedor y se va a pasar la película perdiendo y haciendo ese tipo de cosas que hace un demente alcoholizado.

Os la recomiendo solo si os habéis leído los libros y, en todo caso, también deciros que si estáis en esta reseña dentro de la categoría de degenerados esperando encontrar hondonadas de sangre, esta es más bien una película de descalabro emocional y vacío interior.