Festival de Sitges 2020 Parte 2

Y pasamos al cierre del Festival de Sitges 2020 con un poco de lío por el tema del COVID19 pero que dentro de lo que cabe a mi me ha afectado lo mínimo (solo una película cancelada por la que me han prometido una invitación en 2021 como resarcimiento).

La segunda parte del festival ha sido un poco más light (más cansada porque me pude acumular pocas pelis en un mismo día). Consejo para los que queréis ir sí o sí, cogeos un pack para poder comprar entradas antes de la venta al público y a primera hora que estén disponibles estad allí con el calendario hecho. Es la única manera.

La película que me cancelaron era Tin Can, trataré de verla más adelante porque la verdad es que tenía ganas. La descripción:

“Mientras el planeta sucumbe a una plaga mortal, una parasitóloga queda encerrada en una cámara de suspensión vital. Al despertar, halla a los herederos de la Tierra y, para sobrevivir, deberá acabar con los últimos vestigios de su propia especie. El director de The Crescent está de vuelta con un oscurísimo relato postapocalíptico.”

La otra que no pude ver y me apetecía era Península. Os pongo también la Sinopsis por si os llama la atención:

“Yeon Sang-ho reventó la taquilla con Train to Busan, en la que una acción frenética mezclaba brillantemente con la crítica socioeconómica. Cuatro años después de los acontecimientos narrados en Train to Busan, el virus que desató el caos zombi se ha propagado por la península de Corea. En un desierto postapocalíptico, un grupo de supervivientes vaga de noche huyendo de los muertos vivientes.”

Las que sí pude ver estuvieron bastante bien. Al parecer elegí justo lo que me interesaba en este momento porque la segunda parte de este festival se ha centrado mucho en la muerte y la consciencia humana. Yo encantado claro porque llevo tiempo documentándome sobre el tema.

Empezamos:

Archive: Una película de cienca ficción en la que un hombre se encuentra aislado desarrollando una Inteligencia Artificial mientras aprovecha subversivamente para tratar de traer a su mujer de la muerte integrada en un robot. Spoilers: Se mascaba el final (o al menos yo llegó un momento en que me lo empecé a oler). Si vais a ver la película saltaos este punto. El caso es que en toda la película ese hombre se encuentra aislado, sin más compañía que robots y llamadas telefónicas, desarrollando sus ideas y uno se va preguntando lo que ocurre. Y entonces vino el colega de Desafío Total (o a mi me lo recordó) a hacerle una visita… bueno… a partir de ahí pensé que había sido conservado expresamente para que tuviera tiempo de terminar su trabajo y preservar sus ideas. Pero no, el argumento tenía el mismo final, pero una motivación más sencilla.

Inmortal: Una película argentina en la que se plantea un mundo virtual en el que vivos y muertos pueden convivir. Es bastante interesante, y me hubiera gustado más que desarrollaran el concepto físico (no solo alusiones al gato de Schrödinger), pero se dejó ver. Eso sí me gustó más la anterior.

Mosquito State: Lo primero y que ya comenté en el canal de Instagram. Dale al César lo que es del César, y tengo que reconocer que al rato de peli yo ya me estaba rascando por todas partes. Un genio matemático/informático que trabaja para una compañía de bolsa comienza a obsesionarse con ciertas predicciones de su modelo unos días antes de que estalle el mercado en 2007. Con eso y con una chica que no entiendo muy bien porqué le hizo caso. Tendré que volverla a ver en ese sentido. ¿El tema de los mosquitos es tal vez una alegoría de como permitimos que algo que es a todas luces pernicioso para nosotros crezca a nuestro alrededor? Todavía me pica. La película es un poco más durilla que las anteriores y mas difícil de interpretar. Quizás ahí está el truco.

 

Un pequeño interludio antes de seguir, puesto que además de ser de Possessor la ganadora a mejor película y dirección del festival, también era la que me tocaba ver la última el domingo. Así que aproveché el sábado para ir con un colega a una mini-maratón de cine VHS en la que pudimos ver “La isla de los hombres peces” y “La última casa a la izquierda” (1972). Vaya joyitas, aunque estoy acostumbrado a ver cosas muchísimo más deleznables en esa sala.

The Possessor: A ver, vaya por delante que el nivel de ninguna de las películas que he visto me ha vuelto loco, pero tengo que reconocer que esta estaba un poco por encima de las demás. Una agencia secreta ha desarrollado una tecnología que permite trasladar la consciencia de una persona al cuerpo de otra. Esta tecnología es usada para asesinar, pero, ¿qué ocurre cuando algo sale mal? La película empieza a explorar los límites de la consciencia humana y su capacidad para autp-percibirse. Yo diría que incluso desliza la idea durante la película de que en realidad los protagonistas no comprendían exactamente quienes eran de verdad hasta que se producen los eventos que conforman la historia.

 

Bueno, pues despedimos esta edición y hasta la próxima. Ha sido una buena semana. Espero que podáis verlas todas!