The Book of Boba Fett es la serie más rara que he visto

El libro de Boba Fett es sin duda una de las series más extrañas que he llegado a ver en mi vida. Una vez terminada, puedo decirlo con total seguridad: parece que ni siquiera tuvieran intención de hacer una serie.

Eso sí, el fanservice está repleto de guiños y extrañas alusiones a otros mundos de la ciencia ficción y la fantasía. Incluso se permiten quemar personajes que para algunas generaciones han sido importantes. De eso hablaré más adelante con aviso de spoilers.

La historia es tan tremendamente sencilla que realmente uno se puede llegar a perder intentando encontrarle algo bueno. Pero además el ritmo tiende a ser lento, con aceleraciones súbitas (¿será que yo no era el público objetivo? Eso me cuadraría, porque está más cerca de dibujos animados para niños de seis años que para fans de la antigua saga).

Lo más destacable es que en esta serie Boba Fett llega a ser tan pussy, que tienen que hacer un par de capítulos fuera de su trama para levantar un poco el ánimo. Tiene, desde luego, la exclusividad de ser la única producción donde el protagonista termina haciendo cameos.

Dicho todo esto, si tienes tolerancia a la serie Z y te gustan los guiños, podrás verla sin arrancarte los ojos. A partir de aquí Spoilers.

 

****** SPOILERS *******

 

Ahora en serio, es flipante. El que saca a Dany Trejo y no lo usa es para darle un tortazo. Agradecemos su presencia, pero hombre…

Todo comienza con Boba Fett saliendo del Sarlacc y perdiendo la armadura ante los Jawas (por si os lo preguntáis, tenéis que volver a ver el Mandaloriano para saber cómo la recupera, aunque no hubiera estado de más comentarlo en la serie). Luego es esclavizado y más tarde acogido por los Tusken hasta convertirse en uno de ellos. Y hasta aquí la serie sigue en una línea juvenil, sin la dureza y el ambiente turbio de la primera (pero segunda) trilogía, de cuando Han disparaba primero.

El problema, es que a medida que avanza la serie, Boba es cada vez menos creíble como capo mafioso. Y sí, no se me escapó el guiño a lo Marlon Brando en la mesa de negociaciones con ese gesto de la mano rozando la barbilla, pero de verdad que llega a ser tan vergonzoso el tema que este Boba Fett y el que se creó la leyenda parecen totalmente distintos.

Otro tema para destacar es ese experimento sesentero que han hecho con los bajos fondos de Tatooine. Ahora resulta que hay una especie de Mods con vespas del espacio que se hacen mejoras tecnológicas corriendo por los dominios de la ciudad. Otro punto para restar credibilidad.

Por suerte, o porque ya sabían que lo que estaban haciendo era un truño, la serie tiene otros personajes y referencias más agradables. Por ejemplo, el wookie de pelaje negro Krrsantan. Por ejemplo, el antes mencionado Dany Trejo cuando trae a un rancor de regalo para Boba. Por ejemplo, ese final descabellado con el mismo Boba montando el rancor y destrozando al enemigo.

Mención aparte la aparición del Mandaloriano, de Baby Yoda, de Ahsoka Tano y, con cada vez más arte, el cgi de Luke Skywalker que dio el pego una barbaridad. Eso animó una serie que a mitad de temporada estaba muerta.

Y ya que saco al Mandaloriano… ¿por qué cambia una cañonera por un caza? ¿Es que ya no va a llevar prisioneros ni a cargar equipo? Sorprendente.

 

Seguro que me dejo algo, pero con estas cuatro líneas describo más o menos el tono de la serie. Un paso más en el universo Star Wars de Jon Favreau, un paso menos para la humanidad, que le va a dar argumentos a KK para seguir haciendo sus tonterías.