Libro muy interesante de Iván Serguéyevich Turguénev que recopila diversos relatos escritos a lo largo del tiempo por el propio autor y que describe de una manera muy precisa, bajo el punto de vista de un cazador que recorre las tierras para practicar su pasatiempo favorito, la realidad de la nobleza y del campo ruso. Lo notable de esta novela, además, es que por ella fue amenazado por el propio gobierno ruso debido a las descripciones nada amables, y consideradas instigadoras, que se hacía de la relación entre campesinos y nobles.

Lo más destacable (a pesar de que tengo que reconocer que siempre dependo del traductor) es, una vez más, la fluidez con la que explica las historias y con la que retrata los sucesos. Cierto es que el mismo autor está influenciado con su propio punto de vista crítico con la sociedad de entonces y que lo plasma perfectamente, no tanto explicando sus propios juicos sobre las cosas si no describiendo los comportamientos y las formas de manera que el propio lector pueda sacar su conclusión. Su realidad es interpretable, no obstante, algo hay de común en el sentimiento que provocan sus relatos en todas las personas que las propias autoridades le dieron una reprimenda al autor por considerarlo peligroso.

Un buen libro para entender la Rusia Prerrevolución y también ambientarse tanto en la Rusia del siglo XIX como en la misma Europa de la época. No deja de ser interesante, por ejemplo, la cantidad de vocablos en francés que usan los terratenientes rusos y que muestran, sin duda, donde se había situado el centro cultural del mundo en aquella época, que había vivido la Revolución Francesa (y el retiro de la nobleza hacia países más agradables con su condición) y a Napoleón. El propio autor pasó gran parte de su vida en París.

En definitiva, un libro recomendable por la visión que nos da de la época y que pocas veces podremos ver narrada de una forma tan entretenida.