¿Qué decir de esta pedazo de obra? Pues para empezar que revolucionó DC y mi pequeño mundo del comic que hasta entonces y por edad era más bien Marvel. Comenzó su andadura en 1995 (aunque a mi me llegó algo más tarde, a finales de los 90) y en cuanto comencé a leerlo noté que estaba ante algo diferente.
Hasta ese entonces se me había presentado la violencia gratuïta de Lobo, pero esto era mejor, esto tenía, además de violencia, una gran dosis de humor negro y una capacidad increible para capturar la indignidad de los personajes en muchas situaciones. También fue cuando descubrí la forma de dibujar caras de Steve Dillon (... me encantan esas caras de "Oh Dios! Estoy jodido!").
La obra se centra en el ajuste de cuentas que Jesse Custer, portador de una criatura (Génesis) que no debería existir, le quiere hacer a Dios. Después de muchos años de auténtica miseria en el mundo, cuando descubre que Dios ha abandonado el Cielo, decide ir a buscarlo y reclamarle responsabilidades.
Toda una crítica y una burla a la religión. Pero por delante la historia va arrasar con prácticamente todos los temas delicados y políticamente correctos del momento. Personalmente creo que si se hiciera hoy, tal vez no sobreviría. ¿Tendría Karen Berger, la editora jefe de por entonces, el valor de lanzar la serie en estos tiempos?
En cuanto a personajes, empezamos por Jesse que tiene un trasfondo tremendamente complejo (y una familia imposible de ignorar). Al escapar de su encierro en el  Cielo, Génesis, se fusiona con la conciencia de Jesse, transfiriéndole su poder: la palabra. Todo cuanto Jesse ordene debe hacerse (lo cual se explota de forma muy divertida usando la literalidad de los mensajes)... Si Jesse Custer dice que "te jodas" más te vale llevar el ajugero hecho de serie.