De esta trilogía empiezo por decir dos cosas: es de los que más me ha enganchado y de los más fáciles de leer. Son unas 800-900 páginas pero no es nada cansado de leer.
A cambio, además de ir descubriendo la historia, a mi me proporcionó un par de entretenimientos extra:
El primero, tratar de adivinar como se sucederían los hechos. Si lo acertaba estaba encantado y si no gratamente sorprendido. El caso es que podía debatir conmigo mismo sobre el libro además de leerlo.
El segundo, mis debates filosóficos conmigo mismo y con amigos debido al planteamiento que hacía el libro, sobre todo cuando aparece el Mulo y lo que representa.
Porque hasta la aparición del Mulo todo aparenta ser muy lineal, un suceso de historias con un destino marcado. Pero exactamente por ese cambio de ritmo te atrapa.
La trilogía empieza por la fundación. Hari Seldon es un científico brillante que ha desarrollado un campo de estudio histórico/sociológico/matemático que es capaz de predecir con exactitud el destino de la raza humana cuando esta ha alcanzado un tamaño suficiente (se vuelve impreciso con grupos más pequeños). Este es el tamaño del Imperio Galáctico, que agrupo una gran cantidad de mundos y en el que residen millones y millones de personas a lo largo de la galaxia. Asimov asemejaba este campo, la psicohistoria, a observar el comportamiento de un gas: Si bien es casi imposible predecir qué va a hacer cada partícula individualmente, a nivel macroscópico sí que se puede entender su cinética.
Hay otro axioma, y es que este conocimiento no puede ser compartido con la población observada, pues al conocerlo podrían cambiar el curso de sus acciones.
Basado en esto, Seldon prevee el fin del Imperio Galáctico y determina que la inercia de los hechos hace imposible salvarlo. Sin embargo, el inicio de determinadas acciones en ese momento puede reducir el sufrimiento de la humanidad y una nueva Edad Oscura a mil años en lugar de diez mil. Por lo tanto, Hari Seldon crea las dos Fundaciones y las envía a extremos opuestos de la Galaxia para poder preparar el camino que minimice el efecto del colapso del Imperio.
Así, en una primera fase del libro, se sucede la evolución de la denominada (Primera) Fundación en un extremo recóndito de la Galaxia mientras el Imperio se desmiembra de fuera hacia dentro. Con el paso del tiempo, las zonas más exteriores comienzan a perder el contacto y a ignorar el decreciente poder del Imperio, cayendo por ello en una involución tecnológica. En cada una de las historias contadas, los acontecimientos conducirán a los miembros de la Fundación a una crisis y un punto de inflexión que cambiará (más bien encauzará) el curso de la historia. Su propia evolución y la extensión de su influencia la llevarán hasta chocar con el Imperio.
En la segunda fase se encontrarán definitivamente el Imperio y la Fundación. El Imperio lanzará un ataque para evitar la predominancia de la Fundación pero finalmente, el curso de los acontecimientos y la naturaleza humana llevarán al fin de la guerra sin que desaparezca la Fundación.
Llegaremos aquí al Mulo, un mutante con una habilidad especial, es capaz de manipular emociones. Algo fuera de la predicción. Esto trae un interesante escenario en el que el Mulo, mediante su manipulación mental, es capaz de aumentar rápidamente el número de territorios bajo su control y de presentar batalla contra la Fundación y finalmente hacerla caer.
Se termina esta fase tratando de encontrar la Segunda Fundación porque se cree que tienen poderes similares a los del Mulo y lo podrían combatir.
La tercera fase y final se centra en la búsqueda de la Segunda Fundación en el otro extremo de la Galaxia donde finalmente el Mulo será derrotado y empezará la búsqueda de la Segunda Fundación por los miembros de la primera.
Esto llevará a los últimos acontecimientos necesarios para que el Plan Seldon siga su curso.
Con la sinopsis del libro hecha, un libro con un montón de personajes y situaciones interesantes, os cuento mis impresiones. Hasta la aparición del Mulo todo sigue un hilo más o menos previsible, conoces el final pero no los acontecimientos exactos. Pero cuando llega el Mulo, al darle el tratamiento que se le da dentro de la cosmología del universo de Asimov, rompe claramente los esquemas. La Segunda Fundación termina de añadir ruido. Mi opinión: todo se basa en la premisa de que Hari Seldon es el único con conocimiento para predecir y manipular los acontecimientos. Al llegar el Mulo esta premisa queda destruida dentro de la propuesta. Pero para mi quedaba destruida antes, porque precisamente el secretismo de Hari Seldon hace imposible de saber cuantos "Seldon's" hay en la Galaxia y lo que es peor, con que intenciones están actuando. Esto no arruina la premisa de la psicohistoria, ya que se desarrolla en base a predentes que forzosamente han de incluir estas posibilidades, pero sus resultados están condicionados. Puede haber un Seldon 1 tratando de salvar al Imperio y un Seldon 2 tratando de arruinarlo por motivos personales y a la vez un Seldon 3 manipulando a ambos en el más absoluto secreto para llegar a otro punto de la evoluación humana. Ese es el quid filosófico que se presenta al aparecer el Mulo, que al final no hay control sobre el destino. El Mulo de hecho, termina siendo un unificador de la Galaxia debido a su poder, haciendo en poco tiempo el trabajo de varias generaciones y guerras, y sin embargo, no estaba previsto.
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