Otra de esas películas que me fascinan, Ángeles y Demonios
(The Prophecy), que empezó una trilogía que en su conjunto me parece muy
atractiva, aunque sin duda la primera película fue la mejor. Fue escrita y
dirigida por Gregory Widen (Los Inmortales) y protagonizada por un Christopher
Walken en el papel de villano (aunque cabe destacar el papelito que tiene Viggo
Mortensen).
Hay una Segunda Guerra en el Cielo. Pero no ha comenzado por
rebelión, si no por amor a Dios. El Arcángel Gabriel (C. Walken) lidera a una
facción de ángeles que sienten celos del hombre y quieren que todo regrese a como
era antes, cuando solo estaban ellos. Contra ellos está Miguel, que por encima
de todo defiende el plan divino de sus hermanos.
Thomas Dagget, a punto de ser ordenado sacerdote, sufrirá
terribles visiones de esta guerra en el cielo que le llevarán a abandonar su fe
y convertirse en policía. Años después se verá involucrado en la guerra entre
ángeles al llevar un caso sobre un extraño individuo asesinado que tiene desconcertado
al médico forense. Su investigación le llevará un pueblecito en el desierto
donde estará escondida el alma más malévola que habrá de servir al bando de
Gabriel para ganar la guerra.
