Ghost Rider - Autopista al Infierno (Tomo Recopilatorio en amazon)

En los últimos años se ha contado con Garth Ennis para resucitar a algunos de los personajes más oscuros y violentos de Marvel. El Castigador fue un éxito. Esta vez le ha tocado el turno al Motorista Fantasma (Ghost Rider).

Esta no es una de mis versiones preferidas del Ghost Rider pero merecía la pena tener el comic (al menos para mí). Hay una serie de cambios que se perciben de buen principio.

El primero: la figura de Johnny Blaze se confunde con la del Espíritu de Venganza. De hecho, la versión llameante del Ghost Rider habla y actúa como si Johnny Blaze fuera él mismo. A cambio, nunca se le ve en su forma humana. Algo así como el Hulk intelectual. Para ser sinceros, de los pocos ejemplares que he tenido del Ghost Rider en mis manos, no recuerdo haber visto algo así.

El segundo: la herencia de Vertigo. El espíritu de venganza está muy desencajado en el mundo Marvel al parecer. Ese terror fantástico del que surgió apenas puede casar con la mayoría de asuntos mundanos. Así que Ennis crea para él algo parecido a lo que se menciona en la película de Constantine: “ángeles y demonios deben pasar desapercibidos ante los mortales”. Y así, un mundo entero de posibilidades se abre ante el Motorista Fantasma sin tener que justificar nada ante héroes mortales.


La trama se centra en un Johnny Blaze atrapado en el infierno que revive cada día para intentar huir, pero al final es alcanzado por las hordas demoníacas y desintegrado de las formas más brutales. Una facción requerirá de su ayuda para atrapar al díscolo demonio Kazann, que tiene sus propios planes al margen del infierno.

Por supuesto hay que contar con los detalles que caracterizan a este guionista. Así, tenemos en el comic a un demonio llamado Hoss que tiene un increíble (aunque caricaturizado) parecido con el personaje de Bonanza. Que este mismo personaje retuerza a un motorista y lo convierta en un sirviente doblado sobre si mismo con patas llamado “nalgavista” es otro de esos contrapuntos que tanto nos gustan. Y ese brutal combate entre el demonio Hoss y un arcángel usando personas como en una pelea de almohadas (solo que desmembrándolas a cada golpe), marca de la casa.

La trama por supuesto, refleja un poco de sus ideas políticas y religiosas. Ángeles y demonios son auténticos dictadores sin ningún aprecio por la humanidad y viven en una especie de Guerra Fría con el mundo mortal como telón de acero. Por supuesto, salvo los que quieren dar problemas, todos están interesados en mantener el status quo.

Yo lo recomiendo por ser Garth Ennis y porque la ilustración me parece muy buena. Pero si vas a resucitar alguna vieja gloria y quieres garantía 100% yo empezaría por el Punisher.