Este libro, editado por Christopher Tolkien siguiendo los relatos de su padre, es una ampliación principalmente de una de las leyendas más célebres de la Primera Edad: La historia de Túrin, Hijo de Húrin, Señor de Dor-Lómin que ya es contada en el Silmarillion. También se le da el nombre dentro de la mitología de Tolkien de Narn I Chín Húrin. Aquí reúne detalles adicionales y la extiende pero con un ritmo mucho más ligero, siendo muy fácil de seguir.
El libro comienza por narrar algo de la infancia de Túrin, describe sus raíces en la noble casa de Hador, una de las Tres Casas de los hombres que mantuvieron una amistad duradera con los Elfos de Beleriand. Describe la región de Hithlum y el señorío del Dor-Lómin, que le fue concedido a Hador Cabeza Dorada por los Eldar, y a su parentela (como es típico en estos libros) y sus relaciones con las otras casas. En especial, la de su madre, Morwen, de la casa de Béor, y pariente de Beren (que tiene una influencia tremenda entre los Eldar). El primer evento importante que se producirá será la Nirnaeth Arnoediad (la batalla de las lágrimas incontables) donde los hijos de Túrin perderán a su padre y sufrirán la maldición de Morgoth: en todo lo que hagan habrá la sútil y maligna mano de Morgoth.
A partir de ese momento empezará la épica de la historia, pues por cuantas veces Túrin intente dominar su maldición, esta torcerá su voluntad. Será criado en el reino de Thingol, Doriath, bajo su tutela y de ahí se marchará. Y será líder de una banda de proscritos que terminará inflamando los corazones de los hombres en la guerra contra Morgoth y aún así la historia le volverá a mover. Será Capitán de Nargothrong, con gran influencia sobre el rey Finrod, y vivirá su caída a manos del Gran Gusano Glaurung, quien terminará de sellar su destino en Brethil tras culminar una terrible argucia para arrebatarle absolutamente todo a Húrin.
Como en todas las historias de la Tierra Media, en especial de la Primera y Segunda Edad, la presencia de los elfos es un contrapunto fuerte a lo efímero del hombre. Su orgullo es grande y su paciencia escasa porque es poca la vida que atesoran en el mundo. Una vez más Tolkien nos ofrece una historia de valor y épica de los hombres, criaturas imperfectas en comparación con los Eldar, y aún así capaces de maravillarlos con grandes hazañas.
Claramente la intención de Tolkien con esta historia fue la de dotar al universo que estaba creando de su propia mitología y leyendas con una historia propia de los Dioses Nórdicos/Germanos, un guerrero noble, temerario y orgulloso que haría su camino y con él dejaría marca en el mundo, finalmente matando al Dragón. En medio de esto, todo un reguero de tragedias le irán sucediendo, enfrentándolo a su propio carácter y a su batalla contra el destino. ¿Podrá Túrin ser finalmente "Amo del Destino"?
Muy recomendable para aquellos que deseen profundizar un poquito más en las historias de la Tierra Media, especialmente en las de la Primera Edad, que son las más espectaculares.