Con mujeres, una novela algo más extensa que las anteriores, Bukowski centra la historia de Henry Chinaski en una etapa repleta de encuentros con el sexo opuesto. El protagonista es ya en este libro un escritor semi famoso, capaz de ganarse la vida escribiendo y leyendo poesía en público a su particular manera.

Su tren de vida consiste en viajar de ciudad en ciudad, invitado por mecenas privados o universidades y hacer lectura de su obra, principalmente borracho como parte del espectáculo. Esto le ha otorgado una cierta fama que le proporciona una constante afluencia de mujeres dispuestas a tener sexo y, en ocasiones, algo más con él. Y ahí está Henry Chinaski, apostando, bebiendo y escribiendo. Levantándose al mediodía y tomándose la vida con mucha calma, tal y como viene. Sintiéndose viejo y preguntándose a veces el porqué de ese éxito con las mujeres.

El libro retrata algunas de las relaciones más tóxicas y permite observar una evolución del personaje, aplacado por la edad y sus múltiples conflictos sentimentales. Un periodo en el que Chinaski (Bukowski) se desquita todo lo que puede de sus forzadas abstinencias anteriores, siendo capaz de ser malvado, grosero e hiriente. Justo lo que parece enganchar más y más a las mujeres que conoce.

Es sin duda una novela muy recomendable desde que empezara su camino en la Senda del Perdedor y narrara su odisea laboral en Factotum y el Cartero. Es la penúltima etapa, aquella en la que, tras 50 años completamente perdido es capaz de vivir exactamente como quiere con cierta comodidad.