Sencillamente brutal. Una obra excelente que nos lleva a un mundo alternativo en el que Kal El aterriza en la Unión Soviética, en una granja colectiva ucraniana, en lugar de Kansas y cambia todo el status quo mundial. Publicado en miniserie allá por 2003, DC nos cuenta una historia alternativa del hombre de acero que en el fondo nos muestra al Kal El de siempre (y al Batman de siempre) pero bajo unas circunstancias totalmente distintas.

En esta obra, Superman posee todos sus poderes en todo su esplendor e incluso es superinteligente y un científico brillante. Tal es el caso que es el predilecto de Stalin tanto por su adhesión al régimen como por el miedo a que nadie más lo maneje. Durante la primera etapa, se verán por dentro las entrañas del Camarada Superman en su país de adopción, llegándose a enfrentar tanto a sus rivales estadounidenses (y su copia barata, y al final noble, creada por Lex Luthor) como a las conspiraciones internas de su propio gobierno y estableciendo lazos de amistad diplomática (y tal vez algo más) con Themiscyra. Esta etapa termina con la ascensión de Superman al poder supremo del Partido.

La segunda etapa la abre un estado policial cada vez más abusivo en el que Superman está trabajando por un mundo más pacífico a cambio de ser cada vez menos libre y más peligroso. Empieza potente, con Luthor provocando que Brainiac capture Stalingrado y con Superman desesperado al no poder devolver a su tamaño la ciudad. Es en esta parte donde aparecerá Batman, o el Batman ruso, siempre dispuesto a pelear contra la opresión con actos terroristas anárquicos. Finalmente él, Superman y Wonderwoman se verán implicados en un combate orquestado por el Caballero Oscuro que casi hará que el Hijo Rojo sea vencido.