Recomendaciones de Humor Negro, Realismo y Crudeza

Tengo una inclinación especial con las historias de perdedores que se ven inmersos en tramas increíbles y con los escritores y guionistas que no temen usar un lenguaje excesivo o desafiar lo socialmente aceptable para contar sus historias. Es más, para mí siempre ha resultado liberador saber que en el mundo hay gente que piensa sí, que ve estas toscas capas de hipocresía en el mundo y que lo denuncia a su manera. O quizás solo querían ser ellos mismos, contar su historia sin más, su visión de la vida, y lo que resulta es que tenemos puntos de vista muy parecidos. A algunos de ellos les llego la fama y otros no pudieron disfrutarla como es debido, pero con todas sus obras lo he gozado muchísimo. Pasemos pues a dar el repaso.

 

El malogrado John Kennedy Toole no llegó a ver su obra publicada porque se suicidó mucho antes. Fue su madre la que insistió, tiempo después de su muerte para que un editor se la mirara. Y descubrieron un auténtico tesoro sepultado: La conjura de los necios. Este libro es realmente imprescindible.

En autobiografía con su alter ego, Henry Chinaski, y todos sus relatos, Charles Bukowski destroza sin proponérselo el sueño americano. Su lenguaje es crudo y directo, y en su mayoría muy explícitamente sexual. Su historia es la de una persona que no quiere ni necesita saber nada de la sociedad porque simplemente no encaja. Se recomienda iniciar su lectura por la Senda del Perdedor y seguir el orden de la autobiografía (ver las demás reseñas). Finalmente, otros libros de relatos serán mejor comprendidos y digeridos entendiéndole por adelantado.

Pero si te gustan historias extraordinarias y tramas realmente locas protagonizadas por auténticos parias de la sociedad, Chuck Palahniuk es tu hombre. Sí, él escribió el Club de la Lucha, o Asfixia, o Fantasmas… Todos ellos libros con una carga explosiva de ácido para hacerlo llover sobre la sociedad moderna.

De todos, el que menos me gusta a mí particularmente es Raymond Carver, aunque es considerado un maestro del relato corto. Lo cierto es que su filosofía de contar historias de personajes reales en ambientes reales sin demasiados lucimientos funciona bastante bien. "De qué hablamos cuando hablamos de amor" es el tema central de la obra de teatro de la película Birdman.

Por último, y viniendo del mundo del cómic, está Garth Ennis. Si Garth Ennis hubiera escrito libros probablemente hubiera vivido peor y habría sido recordado en algún momento como los anteriores. Por suerte empezó a guionizar en el mundo del cómic y ha dado auténticas perlas de humor negro que incluso se han hecho famosas en la televisión (como The Boys o Predicador). Una visión única que a mí me encanta, con sus historias me he reído a auténticas carcajadas, y eso no es una tarea fácil.